Moscú, 3 ago (PL) Autoridades del distrito de Yamal-Nenets, en el norte de la Siberia, confirmaron hoy las muestras positivas del llamado ántrax siberiano en 23 pacientes, mientras brigadas de médicos y militares rusos luchan por mantener localizada la epidemia.
El brote causado por la mortal bacteria Bacillus anthracis se registró en julio, cuando murieron más de dos mil renos. Esta semana otros ocho animales fallecieron, además de un niño de 12 años por complicaciones propias de esa enfermedad, que suele ser letal.
La cuarentena se mantiene a 60 kilómetros del epicentro infeccioso, en una zona de la tundra donde habitan las familias de pastores nómades, criadores de ciervos.
De acuerdo con la portavoz oficial del norteño distrito Natalia Jlopunova 23 enfermos dieron positivo al ántrax, de los 90 hospitalizados bajo sospecha de infección, entre ellos 50 menores.
La funcionaria aseguró que el estado de los pacientes es estable, mientras brigadas de médicos, epidemiólogos, veterinarios y especialistas militares en seguridad biológica y química revisan el territorio para estrechar el cerco al foco infeccioso, reportó el canal Rossiya 24.
El ministerio de Defensa desplegó un contingente de más de 200 uniformados equipados de técnica especial y un laboratorio para eliminar los animales muertos y desinfectar el territorio.
La epidemia constituye el primer brote en 75 años de ántrax siberiano en Yamal desde que fuera detectado uno anterior en 1941. Los epidemiólogos asocian la pandemia letal con la ola de calor por las anomalías del clima. En julio las temperaturas en el lugar se mantuvieron en 35 grados centígrados.
Sin embargo, el Servicio Federal de Inspección sanitaria y veterinaria señaló como causas colaterales del masivo contagio el retardado diagnóstico de la enfermedad.
Dijo el vicetitular del organismo Nikolai Vlasov, citado por la agencia TASS, que los veterinarios locales conocieron la epidemiologia del ántrax unas cinco semanas después de la infección masiva.